CCOO solicita al Área de Recursos Humanos que controle eficazmente el cumplimiento de la legislación en materia de incompatibilidades. Ante hechos recientes la Sección Sindical de CCOO del Ayuntamiento de Elche ha visto la necesidad de debatir sobre incompatibilidades de los funcionarios y empleados públicos municipales. Hemos visto que la realidad, en esta materia, es muy compleja y que esto no debe impedir que se actué sobre ella. Está en juego la imagen de los empleados públicos y afecta, también, a valores de ética pública que todos tendríamos que respetar.No corresponde a CCOO determinar la política de personal municipal. Corresponde a nuestro sindicato promover la imagen de sus afiliados y de los empleados públicos en general. Y cuando los responsables no actúan, los sindicatos (CCOO así lo entiende) deben poner sobre la mesa la necesidad de una gestión capaz, decidida y seria, porque además, en los últimos tiempos, y en todo el Estado, no hacen falta nombres propios para comprobar que está en entredicho el papel de algunos políticos y funcionarios en el ámbito local, y se han evidenciado la presencia, en bastantes municipios, de redes clientelares alrededor de esas ventajas que, a veces, indebidamente proporcionan los cargos y también las funciones públicas.En fin, el problema, en su conjunto, perjudica a la institución, y a los propios funcionarios y empleados, pues tanto la primera como los segundos, ante estos hechos, pierden legitimidad en su cometido social.Por todo ello el pasado 30 de diciembre CCOO presentó, en Registro de Entrada de este ayuntamiento, un escrito urgiendo al Área de Recursos Humanos “a controlar eficazmente el cumplimiento de la legislación en materia de incompatibilidades y de los actos y acuerdos municipales sobre esta materia.”

Ante hechos recientes la Sección Sindical de CCOO del Ayuntamiento de Elche ha visto la necesidad de debatir sobre incompatibilidades de los funcionarios y empleados públicos municipales. Hemos visto que la realidad, en esta materia, es muy compleja y que esto no debe impedir que se actué sobre ella. Está en juego la imagen de los empleados públicos y afecta, también, a valores de ética pública que todos tendríamos que respetar.
No corresponde a CCOO determinar la política de personal municipal. Corresponde a nuestro sindicato promover la imagen de sus afiliados y de los empleados públicos en general. Y cuando los responsables no actúan, los sindicatos (CCOO así lo entiende) deben poner sobre la mesa la necesidad de una gestión capaz, decidida y seria, porque además, en los últimos tiempos, y en todo el Estado, no hacen falta nombres propios para comprobar que está en entredicho el papel de algunos políticos y funcionarios en el ámbito local, y se han evidenciado la presencia, en bastantes municipios, de redes clientelares alrededor de esas ventajas que, a veces, indebidamente proporcionan los cargos y también las funciones públicas.
En fin, el problema, en su conjunto, perjudica a la institución, y a los propios funcionarios y empleados, pues tanto la primera como los segundos, ante estos hechos, pierden legitimidad en su cometido social.
Por todo ello el pasado 30 de diciembre CCOO presentó, en Registro de Entrada de este ayuntamiento, un escrito urgiendo al Área de Recursos Humanos “a controlar eficazmente el cumplimiento de la legislación en materia de incompatibilidades y de los actos y acuerdos municipales sobre esta materia.”