VICENTE ALCARAZ
Secretario General de la FSC
Comarcas del Sur - CCOO
Durante años se nos ha vendido
que el País Valenciano era la tierra de las oportunidades. Poco a poco vamos
despertando, a medida que comprobamos que, en realidad, nuestra autonomía está
de saldo y que no todo lo que relucía era oro.
Ahora que somos el hazmerreír,
nos descubrimos víctimas de una pésima gestión económica y de un constante
saqueo de lo público para el enriquecimiento privado de unos pocos. De otra
forma no se explica el desplome del PIB valenciano en los últimos diez años y
de nuestro poder adquisitivo individual en relación con el resto del Estado.
Todo ello, al mismo ritmo en que se dispara el nivel de endeudamiento de la
Generalitat hasta niveles insostenibles. ¿Algún responsable?
La situación es absolutamente
crítica. En 2011 volvió a aumentar un déficit autonómico que ya era inasumible.
La Generalitat ha tenido que ser rescatada por el Gobierno central para hacer
frente a sus acreedores y a los pagos pendientes de farmacias, transporte,
colegios, libreros, universidades, turno de oficio, nóminas, etc. En esa
situación de quiebra, el Consell decretó en enero casi cinco céntimos de
impuestos añadidos a los carburantes, una subida de IRPF y 1.000 millones de
recortes de inversión en servicios públicos y en condiciones laborales y
salariales de los trabajadores que los prestan.
La Plataforma Sindical de los
Servicios Públicos ha estado realizando manifestaciones en defensa de los
mismos desde noviembre de 2011. Han sido unas movilizaciones que se han
transformado en masivas a partir del Decreto Ley 1/2012, cuando toda la
ciudadanía ha respondido en la calle defendiendo unos servicios públicos de
calidad, lo que incluye, no lo olvidemos, no recortar las condiciones laborales
de los empleados públicos que los hacen posible con su trabajo. Concretamente,
Alicante ha acogido en los últimos días manifestaciones contra la reforma
laboral, marchas de denuncia del despilfarro y movilizaciones espontáneas
denunciando la violencia policial contra el alumnado del IES Lluís Vives de Valencia.
Ningún político debería permanecer ajeno a esta realidad.
Podría parecer que todo ello
entra en contradicción con el hecho de que la población haya otorgado una
mayoría absoluta al Partido Popular. Nada más lejos de la realidad, si
aceptamos dos hechos: la democracia no acaba con el voto, sino que se debe
ejercer todos los días, y que la confianza se depositó en las urnas para
aplicar un programa electoral que nada decía de devaluar lo público, eliminar
derechos laborales o aplicar recortes sociales.
Las noticias que llegan sobre el déficit del Estado y de la Generalitat y los anuncios de nuevos recortes que nacerán con la Ley de Presupuestos nos debe concienciar para avanzar en la respuesta ciudadana.
Las noticias que llegan sobre el déficit del Estado y de la Generalitat y los anuncios de nuevos recortes que nacerán con la Ley de Presupuestos nos debe concienciar para avanzar en la respuesta ciudadana.
Ya conocemos lo que están
haciendo con nuestros derechos laborales, ya conocemos la situación de la
educación y ya sabemos del futuro que se nos avecina a nosotros y a nuestros
hijos. Conocemos cómo se devalúan las prestaciones en la sanidad pública, cómo
se preparan copagos de lo que ayer era universal y gratuito. Sufrimos la subida
de los transportes públicos sin aumento de la calidad, se nos anticipan nuevos
impuestos y todos padecemos la pérdida de puestos de trabajo mientras solo unos
pocos siguen acumulando beneficios. Y nadie acierta a ofrecer otra solución que
la de más ajustes y más recortes. Nada nuevo en el horizonte.
La reforma laboral y el ataque al Estado de Bienestar que el Gobierno ha puesto
en marcha exigen la respuesta social más amplia posible. Está en juego nuestro
modelo de convivencia.
No olvidemos que se vulneran
derechos de los trabajadores y trabajadoras, de personas en paro, de personas
dependientes, de pensionistas, de jóvenes y mujeres.
Los sindicatos hacemos un
llamamiento a los trabajadores y trabajadoras para que participen en esta
huelga, así como al resto de la ciudadanía para que la apoye y se manifieste
contra estas medidas que, de llevarse a cabo, acabarán con derechos históricos,
que tanto costó conquistar.
Accede a la GACETA SINDICAL
(*) Este artículo lo firman
también Francisco García y Antonia Segura, del área pública de CCOO en l´Alacantí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario